San Sergio de Cesarea
monje y mártir
Siglo IV
San Sergio habría sido un magistrado romano, que ejerció su oficio con gran éxito. Dejó su vida de lujo y se hizo monje.
En Cesarea de Capadocia (actual Turquía) se celebraba una gran fiesta en honor de Júpiter por la feliz llegada del prefecto Sapricio, que traía el mandato del emperador Diocleciano de poner en marcha la gran persecución de los cristianos, publicando el respectivo edicto. En medio de la celebración, avanzó Sergio entre la multitud, se presentó ante el prefecto y le desafió diciéndole a voz en grito que sus dioses serían incapaces de mantenerse en pie cuando él invocase a su Dios contra ellos. Invocó Sergio el nombre de Jesús contra los ídolos, y éstos cayeron de sus pedestales hechos pedazos. El pueblo, enfurecido, pidió venganza y el prefecto ordenó torturarlo con todos los tormentos. Pero como éstos no le hiciesen mella, acabaron decapitándole y lo despedazaron en la plaza pública.