"Son ángeles pequeños,poseen un cuerpo burdo muy simple que se limita a exhibir un rostro de niño o joven y un par de hermosas alas.
Fueron concebidos por Dios para ser sus fieles ejecutores de milagros.Allí donde debió haber una tragedia y,en cambio,el Señor dispuso obrar un milagro,allí estarán prestas sus Virtudes.
Actúan instantáneamente con gran valentía y conocimiento de la difícil operatoria de un prodigio,que implica la potencia para poder ordenar a los elementos de la naturaleza,para que hagan lo contrario de lo que acostumbran hacer.
Por necesitarlos Dios con suma urgencia,es que los dotó del máximo de velocidad y el mínimo de peso.Por esto mismo,sus cuerpos son tan "aéreos" y delicados.
Así como resulta fácil poder llegar a ser testigo de un milagro,es sumamente difícil poderlos observar,ni su gran sutilidad,ni su impresionante velocidad colaboran para que esto sea posible.
Realizada su misión, parten inmediatamente a una nueva convocatoria divina."
Del Libro:"Cuando el Cielo pase Lista",tomo I,Manual de Criaturas Visibles e Invisibles de la Creación.
De:Monseñor Claudio Páleka.
Fueron concebidos por Dios para ser sus fieles ejecutores de milagros.Allí donde debió haber una tragedia y,en cambio,el Señor dispuso obrar un milagro,allí estarán prestas sus Virtudes.
Actúan instantáneamente con gran valentía y conocimiento de la difícil operatoria de un prodigio,que implica la potencia para poder ordenar a los elementos de la naturaleza,para que hagan lo contrario de lo que acostumbran hacer.
Por necesitarlos Dios con suma urgencia,es que los dotó del máximo de velocidad y el mínimo de peso.Por esto mismo,sus cuerpos son tan "aéreos" y delicados.
Así como resulta fácil poder llegar a ser testigo de un milagro,es sumamente difícil poderlos observar,ni su gran sutilidad,ni su impresionante velocidad colaboran para que esto sea posible.
Realizada su misión, parten inmediatamente a una nueva convocatoria divina."
Del Libro:"Cuando el Cielo pase Lista",tomo I,Manual de Criaturas Visibles e Invisibles de la Creación.
De:Monseñor Claudio Páleka.