En Ostia Tiberina, los santos Mártires Demetrio, Honorato y Floro.
San Zenón, que era un simple soldado, reprendió intrépidamente al emperador Diocleciano porque sacrificaba en honor de la diosa Ceres; declarole que había que sacrificar al Dios de los cristianos con corazón contrito y humillado y no a los ídolos que son tan insensibles y vanos como el mármol o el bronce de sus estatuas. El tirano lo hizo prender y mandó que se le rompiesen los maxilares, que se le arrancasen los dientes a pedradas y que se le diese muerte.Fue decapitado hacia el año 303 en Nicomedia.