San Lucas se llamaba Lucas Baryoa, y probablemente no haya sido judío. Provenía de una familia muy culta, como lo muestra su excelente manejo del griego en sus escritos, y de profesión era médico.
Uno de los primeros escritores cristianos, San Lucas fue discípulo fiel y amigo cercano de San Pablo, a quien acompañó en numerosos viajes. Se le unió en Tróade, ciudad hoy en ruinas cerca de Tevfikiye, y desde entonces se volvió su “médico querido”.
A Lucanus, como se dice en latín su nombre, se le considera el autor del Evangelio según San Lucas y de los Hechos de los Apóstoles; se estima que ambos libros fueron escritos entre los años 70 y 80.Para realizar sus escritos, y puesto que no conoció personalmente a Jesús, San Lucas tuvo que llevar a cabo una investigación muy minuciosa. Para ello debió viajar a Palestina, donde entrevistó a gente que estuvo cerca de Jesús, incluyendo a los Apóstoles.
De acuerdo con la tradición, San Lucas conoció entonces a María, la madre de Jesús, y la visitó para hablar con ella acerca de todos los acontecimientos.
Esto está apoyado en que el Evangelio que escribió refiere numerosos sucesos de la infancia de Jesús que los demás evangelistas no mencionan.
Se cuenta que estando con la Virgen María, San Lucas pintó un retrato de ella. Se trata del primer icono de la Virgen que existió. Por esta razón se le considera el santo patrono de los pintores.
Algunas versiones relatan que San Lucas murió como mártir, crucificado en un olivo. Sin embargo, San Jerónimo refiere que murió pacíficamente a los 84 años de edad, quizás en Beocia o en Dalmacia.