Santa Odilia de Alsacia
720

"Patrona de los que padecen enfermedades oculares"

Señor,
Tú que has iluminado maravillosamente
A tu sierva Odile, en su cuerpo y en su alma
Haz que su oración nos conceda
Ser plenamente iluminados por tu gracia.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Antigua oración de la misa de santa Odile

Odilia, también conocida como Odile, nació en Francia en el séptimo siglo. Su padre fue Duque de Alsacia. Cuando ella aun era una infante, sus padres se dieron cuenta que estaba ciega.

Su padre la rechazo y se enojo tanto que ordeno que mataran a su única hija.Pero su mama lo convenció para que permitiera que las monjas criaran a Odilia. Las Monjas criaron a Odilia con Fe y amor. Todas la rodearon el día de su bautismo cuando tenia doce años. Cuando el sacerdote la bendijo con crisma, Odilia recobro la vista.

La leyenda de este milagro cuenta que el sacerdote luego le dijo, “Ahora me veras en el reino de los cielos.” Odilia fue nuevamente recibida en su casa y empezó a conocer a su familia. Era una hermosa joven, y su padre tenia intenciones de casarla con un hombre muy rico. Odilia quería ser monja y vivir su vida de la única manera que conocía. Nuevamente su padre se molesto mucho y la maltrato hasta que un día la miro ocultando un plato de comida debajo de su capa al salir del castillo. Le pregunto lo que hacia.

Odilia le explico que llevaba comida a los pobres. El papá de Odilia le dio su castillo para que se usara como un convento y para darles un lugar a aquellos con hambre y ayuda a los enfermos. A petición de ella su padre también construyó un monasterio al pie de una colina empinada que los llevara al castillo para poder cuidar de los ancianos y cojos sin tener que subir un largo camino. Poco despues, el papa de Odilia edifico Iglesias grandes para que todos, pobres y ricos, pudieran adorar a Dios juntos.

Santa Odilia murió cerca de el año 720. Ella es la Santa Patrona de todos aquellos que padecen de enfermedades oculares. Santa Odilia nos enseña a ver todo lo que hacemos con ojos de fe y confiar que con El Señor, todo es posible.