13 de diciembre 1923

Breviario Eucarístico

Introducción Arzobispo Miguel Kowalski

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Iglesia Mariavita de Polonia 

Historia Mariavita
Obra de la Misericordia

Prólogo de Mr Kowalski

La  primera  necesidad de nuestra iglesia fue la de editar las cartas del Nuevo Testamento, porque el Nuevo Testamento da la explicación a la antigua pregunta de por qué una  semilla escondida en la tierra, contiene toda ella, la fuente de las verdades de la fe. El conocimiento  es esencial para la salvación, es absolutamente necesario.

El Antiguo Testamento y la Ley de Moisés, no han sido abolidos por el establecimiento del Nuevo Testamento. La Ley de Cristo, los ha llevado a la perfección, para la salvación y la liberación de todos, a través del Nuevo Testamento.

Sí, son opuestos, porque la revelación de la sabrosa  fruta sana nos obliga a mantener el árbol de la fruta enferma, para eliminar la enfermedad y dar buenos frutos.

Por lo que leemos, el Nuevo Testamento nos pide que respetemos el contenido del Antiguo Testamento, porque es fruto de la antigua Alianza y el fundamento de los Apóstoles que han construido su conocimiento en el mensaje de los antiguos profetas dejando sus enseñanzas como Testamento de la Iglesia. Los que no tienen fe en el Antiguo Testamento, no tienen una fe exhaustiva ni perfecta. Después de dar a conocer un Nuevo Testamento el anterior aparece como antiguo, pero está vivo e intacto en el nuevo, totalmente implícito en él.

Queridos hermanos y hermanas, leer estas Cartas proféticas nos invita a profundizar en la fe. Sin embargo, la lectura del Antiguo Testamento debe guardarse en nuestro interior, para custodiar su secreto. Se necesita prudencia ante la Palabra de Dios contenida en él, no puede discutirlo la razón humana  y no se puede difundir de acuerdo a interpretaciones que matan la Verdad, a la que sólo el Espíritu da vida.

Por lo tanto, no todo lo que se lee en este libro, no todo el contenido que se presenta es útil para todos, sólo lo es para aquellos que se abren a su dimensión espiritual, dado que en el espíritu todo está limpio, todo permanece en forma pura y santa, para hacer de los que se acercan con fe, santos. 

Queridos hermanos y hermanas, conciencia limpia en el Espíritu de Dios para leer estos libros santos, para unirnos en la pureza y en la gracia del Espíritu, para que su comprensión sea a su debido tiempo. 

Que Su asistencia, os permita dar fruto abundante en la fe y en la esperanza.  

Dejémonos llevar por el amor de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.