5 de marzo
Eudocia Mahankova
“loca por Cristo”
Santa
Dunyasha
1870
-1948
Para
curación de enfermedades, disputas familiares, problemas financieros
“no existen problemas graves que no los pueda solucionar
Dunyaska”
"Desde
pequeña se la conoció como Dunya, nació en el año 1870 en la localidad de
Chudinov,perteneciente a la provincia rusa de Orenburg, en lo que ahora es la
región de Chelyabinsk, en el seno de una familia campesina. Cuando tenía solo siete años de edad,
su madre murió y su padre contrajo segundas nupcias. Como no existía ninguna
relación afectiva entre Dunya y su madrastra, su padre la llevó a un pueblo
cercano donde se puso a trabajar como niñera en casa de una familia que tenía
hijos pequeños.
Un día, fue atacada por un ladrón y arrastrada hasta una cabaña en un bosque a fin de que le ayudara como criada en el cuidado de una huerta. Cuando no estaba labrando la tierra, la tenía abandonada, a veces atada a un abedul... La leyenda dice que estando atada, fue atacada por los insectos que le produjeron una gran hinchazón en el cuerpo y que por la noche se le acercó un lobo que quiso ayudarla a cortar las cuerdas que la ataban al árbol y sin querer le arrancó varias falanges de los dedos, heridas que nunca se curaron.
Una noche, mientras
dormía dentro de la cabaña, tuvo un sueño en el que escuchó unas voces que le
pedían que dedicara su vida a Dios y creyendo que ese era su destino, consiguió
escapar encontrando en su camino un icono de la Santísima Virgen, que hoy se
encuentra en la iglesia de San Demetrio en Troitsk, y que ella había visto anteriormente entre los
cuernos de una de las vacas que cuidaba en aquella granja. Aunque el ladrón la
hacía trabajar duramente, nunca intentó violarla, por lo que una vez muerto, lo
vio en el cielo con un ramo de “flores del paraíso” como recompensa por
respetar su virginidad.
En
la primera fila, en el centro, está la Santa
A los veinte años, vivió como
vagabunda en Yachmenkov y como se ofrecía a atender a los necesitados en sus casas, una parte de
la población la tenía como desequilibrada. Cerca de la Yachmenkov, en una
cueva, vivía un ermitaño llamado Anastasio perteneciente a la secta de los “Viejos
Creyentes”. Ella lo visitaba a menudo y el ermitaño la enseñó a leer y
escribir. Pasado un tiempo, el ermitaño le reveló que en realidad era una mujer
que había llevado una vida mundana, pero que se había disfrazado de hombre para
vivir en soledad como eremita. Algunas personas del pueblo se percataron de las
visitas de Dunya al ermitaño y comenzaron a levantarle calumnias, llegando a
denunciarla a la policía. La detuvieron y en la cárcel la torturaron vertiendo
sobre ella más de cuarenta cubos de agua helada. Dice la leyenda que, una mujer
que estaba presente durante la tortura llegó a decir: “Si Dunya es inocente, que mi hija se congele” y así sucedió, pues mientras que a Eudocia no le ocurrió nada, la hija de esa mujer murió de frío.
Al haber sido alfabetizada, se dedicó a leer las Sagradas Escrituras (especialmente el Libro de los Salmos),biografías de santos y a aprenderse de memoria numerosas oraciones que repetía casi continuamente. Llevaba una vida conforme al evangelio y poco a poco, la gente comenzó a recurrir a ella para pedirle consejo y ayuda. Toda su vida la pasó viviendo como una “loca por Cristo”, vagabunda, sola y dedicando muchísimo tiempo a la oración. Trabajaba sin cobrar, solo pedía lo justo para poder subsistir y pasaba horas interminables en el templo de la Ascensión Chudinovskikh. Como no disponía de vivienda, por las noches se quedaba a dormir dentro o en el atrio de la iglesia.
Ayudada por la Sociedad Imperial Ortodoxa Palestina, realizó algunos viajes a Jerusalén y a los lugares más sagrados de Italia: Roma, para venerar las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo y Bari, para venerar la de San Nicolás, del cual era muy devota.
En el año 1922, las autoridades decidieron cerrar las iglesias y ella, fue llevada a un hospital psiquiátrico al considerarla loca. En el año 1924 fue incluida en la llamada “Lista consolidada de las personas privadas de sus derechos electorales en las elecciones a los soviets de Chudinov”. Ella aparecía en el número
43 de la lista calificándola como “monja servidora del culto”, cosa que nunca
fue.
El 25 de
noviembre de ese mismo año, el periódico “Pravda” publicó un artículo titulado “La santa
Dunya”, en el que un autor anónimo se burlaba de ella diciendo que era una loca
que engañaba a todos los tontos de la región en la que vivía. Aunque este artículo era despectivo da a entender cómo la santidad de Dunya traspasaba las fronteras y era
estimada incluso en otras regiones rusas. Perseguida por el régimen soviético,
en el año 1939 fue internada en la cárcel, pero después de pasados unos años,
fue puesta en libertad volviendo a la localidad de Chudinov, donde murió en paz
el 5 de marzo del año 1948, con setenta y ocho años de edad; la señora Irina
Pavlovna, dice que después de su muerte, su rostro se volvió terso desapareciéndole
todas las arrugas propias de su edad.
Sepulcro de la Santa
Se le atribuyen
numerosos milagros realizados en vida e incluso el don de profecía, pero el
principal signo de su santidad es la cantidad de gente que atrajo a la Iglesia
para que se reconciliara con Dios. Se dice que profetizó la destrucción del templo
de la Ascensión, cosa que ocurrió en los años treintas del siglo XX. En el año
1903, mientras se celebraba la canonización de San Serafín de Sarov con la
asistencia de toda la Familia Imperial Rusa, ella visitó el monasterio de Sarov
donde veneró las reliquias del santo; durante esta visita, en el banquete que
se ofreció después de la celebración religiosa, cuando el zar Nicolás II estaba
sentado a la mesa, Dunya se le acercó con unas toallas. El zar se puso de pié y, bromeando, las colocó en el asiento
de su silla diciendo que el trono no se pierde. Ella le contestó: “Si se
pierde, Señor, y el momento está cerca. Prepárate, Señor, pues te llegarán grandes sufrimientos”. La Familia
Imperial Rusa, que está canonizada por la Iglesia Ortodoxa Rusa, fue asesinada
en Ekaterimburgo en la noche del 17 al 18 de julio del año 1918.
La tumba de
Eudocia Mahankova está situada en el antiguo cementerio de la localidad de
Chudinov, a unos treinta kilómetros de la ciudad de Ekaterimburgo. En torno a
ella se ha construido una pequeña capilla en forma de invernadero para proteger
a los visitantes de las inclemencias del tiempo, capilla que se ha convertido
en un lugar de peregrinación, no solo de la gente que vive en la región de
Chelyabinsk, sino de otras regiones de Rusia.
Eudocia
Mahankova, oficialmente, aun no está canonizada pero muchos fieles ortodoxos ya
la consideran una santa, debido a la vida que llevó y a los milagros que se han
producido junto a su tumba.
Estos
milagros, se transmiten de boca en boca y abarcan todo tipo de eventos..."
Extracto de texto de:Antonio
Barrero