San Venancio, después de haber sufrido los tormentos más espantosos, fue arrojado a un estercolero (lugar donde se recoge y guarda el estiércol).. Curado milagrosamente por un ángel, se presentó nuevamente ante el juez que lo había condenado. Mientras el santo hablaba, cayó el juez boca arriba y expiró exclamando: “El Dios de Venancio es el solo Dios verdadero, destruid vuestros ídolos”. Los leones a los que fuera arrojado como alimento, enseguida posternáronse a sus pies, mientras el santo predicaba la fe a los espectadores.Después de haber sido arrastrado por entre zarzales y precipitado desde lo alto de una roca sin que sufriese mal alguno, fue decapitado a la edad de 17 años.