Felipe nació en Betsaida en Galilea. San Juan cuenta que Jesús lo llamó como discípulo al día siguiente de haber llamado a San Pedro y San Andrés.
Felipe fue quien llamó a Bartolomé para que siguiera a Jesús. En la Última Cena, Felipe fue el apóstol que le dijo a Jesús: "Señor: muéstranos al Padre", y Jesús le respondió: "Felipe, quien me ve a Mí, ve al Padre". En el día de Pentecostés, se encontraba junto a los demás apóstoles y a la Virgen María, y recibió allí el Espíritu Santo.
Antiguas fuentes relatan que este Apóstol, después de Pentecostés, fue a evangelizar a Bitinia, en el Asia Menor (cerca del Mar Negro). Papías, un autor del siglo II, afirma que San Felipe, por su oración y santidad, hizo el milagro de resucitar a un muerto. Sufrió el martirio por su fe, siendo crucificado durante una persecución contra los cristianos en Hierápolis en el año 71.
Felipe fue quien llamó a Bartolomé para que siguiera a Jesús. En la Última Cena, Felipe fue el apóstol que le dijo a Jesús: "Señor: muéstranos al Padre", y Jesús le respondió: "Felipe, quien me ve a Mí, ve al Padre". En el día de Pentecostés, se encontraba junto a los demás apóstoles y a la Virgen María, y recibió allí el Espíritu Santo.
Antiguas fuentes relatan que este Apóstol, después de Pentecostés, fue a evangelizar a Bitinia, en el Asia Menor (cerca del Mar Negro). Papías, un autor del siglo II, afirma que San Felipe, por su oración y santidad, hizo el milagro de resucitar a un muerto. Sufrió el martirio por su fe, siendo crucificado durante una persecución contra los cristianos en Hierápolis en el año 71.