"Si ustedes me aman, guardarán mis mandamientos, y yo rogaré al Padre y les dará otro Defensor que permanecerá siempre con ustedes. Este es el Espíritu de Verdad…. En adelante el Espíritu Santo Defensor, que el Padre les enviará en mi nombre, les va a enseñar todas las cosas y les va a recordar todas mis palabras. … En verdad, les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Defensor no vendrá a ustedes. Pero si me voy se lo mandaré. Cuando él venga, rebatirá las mentiras del mundo…. Tengo muchas cosas más que decirles, pero ustedes no pueden entenderlas ahora. Pero cuando Él venga, el Espíritu de la Verdad, los introducirá en la verdad total". San Juan cap 14,15 y 16
El Espíritu Santo nos regala sus siete dones, que son disposiciones permanentes que hacen al hombre dócil para seguir los impulsos del Espíritu, estos dones son:
ð Sabiduría: nos comunica el gusto por las cosas de Dios.
ð Ciencia: nos enseña a darle a las cosas terrenas su verdadero valor.
ð Consejo: nos ayuda a resolver con criterios cristianos los conflictos de la vida.
ð Amor: nos enseña a relacionarnos con Dios como nuestro Padre y con nuestros hermanos.
ð Santo Temor de Dios: nos impulsa a apartarnos de cualquier cosa que pueda ofender a Dios.
ð Discernimiento: nos da un conocimiento más profundo de las verdades de la fe.
ð Fortaleza: despierta en nosotros la audacia que nos impulsa al apostolado y nos ayuda a superar el miedo de defender los derechos de Dios y de los demás.
ð Sabiduría: nos comunica el gusto por las cosas de Dios.
ð Ciencia: nos enseña a darle a las cosas terrenas su verdadero valor.
ð Consejo: nos ayuda a resolver con criterios cristianos los conflictos de la vida.
ð Amor: nos enseña a relacionarnos con Dios como nuestro Padre y con nuestros hermanos.
ð Santo Temor de Dios: nos impulsa a apartarnos de cualquier cosa que pueda ofender a Dios.
ð Discernimiento: nos da un conocimiento más profundo de las verdades de la fe.
ð Fortaleza: despierta en nosotros la audacia que nos impulsa al apostolado y nos ayuda a superar el miedo de defender los derechos de Dios y de los demás.