San Expedito es contemporáneo de Santa Filomena y San Jorge. Vivió a principios del siglo IV bajo el imperio de Diocleciano, emperador que años más tarde lo mandaría a matar, y era el comandante de una legión de soldados romanos.A pesar de defender al Imperio Romano de los Bárbaros Asiáticos, cierto día fue tocado por la gracia de Dios y recibió la Luz Divina; este episodio cambiaría para siempre su vida convirtiéndose inmediatamente al cristianismo.Al momento de su conversión, un cuervo se hizo presente simbolizando al Espíritu del Mal y le dijo Cras... Cras... Cras... , (lo que en latín siginifica Mañana ... Mañana... Mañana...) intentando persuadirlo en la misma hora de su conversión al Cristianismo a que lo dejara para después.San Expedito reaccionó enérgicamente aplastando al cuervo con su pie derecho mientras exclamaba Hodie... Hodie... Hodie (que en latín significa Hoy... Hoy... Hoy... ) no dejare nada para mañana, a partir de hoy seré Cristiano.El 19 de abril de 303 DC, por orden del Emperador Diocleciano, fue sacrificado en Melitene, sede de una de las Provincias Romanas en Armenia junto con sus compañeros Caio, Galatas, Hermogenes, Aristonico y Rufo.