En Buda, ciudad de Hungría, santa Margarita, virgen, hija del rey Bela IV, a la cual sus padres dedicaron a Dios ante para obtener la liberación de los tártaros y, niña aún, entró en el monasterio de monjas de la Orden de Predicadores (Dominicos) e hizo profesión a los doce años. Tomando conciencia de su extraordinaria misión la joven princesa se dedicó con fervor heroico a recorrer el camino de la perfección. La ascesis conventual del silencio, soledad, oración y penitencia se armonizaron con un celo ardoroso por la paz, un gran valor para denunciar las injusticias y una gran cordialidad con sus compañeras, a las que servía con gozo en los más humildes servicios.
En la ciudad de Ferrara, en la Emilia (hoy Italia), beata Beatriz de Este, monja, que al morir su esposo, y renunciando a las obligaciones seculares, se consagró a Dios bajo la Regla de san Benito, en el monasterio que ella misma había fundado.
Pidamos a estas santas el celo en la fe cristiana, y el santo don de la Sabiduría, para sentir gozo en el conocimiento del Señor, y no en los espejismos del mundo.Podemos utilizar el Cirio alquímico Comunión de los Santos junto con la Pasta alquímica de Purificación.