Santos Zacarías e Isabel, padres de San Juan Bautista. Él era sacerdote en el templo de Jerusalén. Tras la aparición del arcángel Gabriel, perderá el habla por su débil fe hasta que menciona el nombre de su futuro hijo: Juan (el Bautista). Isabel pronunciará las famosas palabras "Bendita tú entre todas las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre", cuando es visitada por la Virgen, añadiendo: "¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte de Dios!".
Pidámos a estos santos la fé para comprender los designios de Dios, para saber ver Su presencia en nuestra vida y en la vida de los que nos rodean, y reconocerlo sin avergonzarnos de El. Pidámos creer en sus promesas con espíritu firme.
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