La tradición dice que era hija de la ciudad de Astorga (Pcia de León,España) y hermana de San Vidal, legionario, padre de los Santos Niños,Justo y Pastor, por tanto, Marta era su tía.
Bajo el gobierno del emperador Decio (siglo III), los cristianos fueron obligados a apostatar de la fe y sacrificar a los dioses del Imperio. Marta fue denunciada ante el magistrado Paterno como cristiana y fue apresada e inducida con promesas y luego con amenazas a renunciar a su fe. Marta se negó y Paterno mandó martirizarla.Fue suspendida en un palo y le rasgaron las carnes con cadenas y garfios punzantes, luego cubrieron de sal las heridas y la abandonaron en un calabozo donde el Señor Jesucristo la confortó con su presencia.De nuevo intentaron convencerla, en este caso con halagos, prometiéndole un ventajoso matrimonio con el hijo del magistrado. Pero nada hizo apostatar a Marta, por lo que finalmente fue decapitada y su cuerpo arrojado a un lugar inmundo, de donde lo recogió y enterró una mujer noble de Astorga.